The Top 5 Money Mistakes Small Business Owners Make  (and How to Avoid Them)

Los 5 errores financieros más comunes que cometen los propietarios de pequeñas empresas (y cómo evitarlos)

Todos los que leen esto se han topado con un pequeño negocio, y si al leer esto piensas "Yo no", entonces estás en negación o vives en un rincón. Los pequeños negocios son una parte integral del progreso de una economía local. Son tan importantes y conocidos que incluso hay un día después del Viernes Negro llamado Sábado del Pequeño Negocio, donde se anima a todos a comprar en pequeños negocios algunas, si no todas, sus compras navideñas. Estos negocios no solo benefician a la economía local, sino también a la comunidad; animan a la gente a unirse y frecuentar una tienda porque saben que los ingresos financian el sustento de alguien dentro de su comunidad. Por muy comercial que suene, comprar o frecuentar un pequeño negocio en tu zona significa contribuir a la atención médica que paga la familia, el pago de la hipoteca, la comida y el techo de sus hijos (o mascotas) y, lo más importante, a su pasión.

Ahora, estoy seguro de que también has entrado en un pequeño negocio, te encantó y decidiste seguir siendo su cliente, solo para descubrir seis meses después que tuvieron que cerrar. ¿O reducir su tamaño? Y te rompe el corazón porque dices: "¡Ay, no! ¿Qué pasó? ¡Me encantaba ese lugar!". Bueno... ¿Qué pasó? Estoy aquí para darte 5 errores que esos pequeños negocios podrían haber cometido y cómo podrían haberlos evitado. Soy consciente de que hay muchas más de 5 razones por las que un negocio puede fracasar, pero no me apetece obligarlos a leer una disertación de 50 páginas sobre todas las razones, así que les doy las 5 principales (en mi opinión, basada en mi experiencia).

Número 1: Mezclar las finanzas personales y empresariales

Imagina intentar calcular cuánto has ganado con tu panadería este mes, pero tu extracto bancario está lleno de compras en el supermercado, paradas en cafeterías y compras nocturnas en Amazon (tranquilos, a todos nos ha pasado). Este es uno de los errores más comunes de los pequeños empresarios: mezclar gastos personales y empresariales en una sola mezcla de dinero.

Por qué es un problema:

Se convierte en una pesadilla cuando llega la temporada de impuestos, enturbia su comprensión de la rentabilidad e incluso puede poner en riesgo sus protecciones legales si es una LLC o una corporación.

Cómo evitarlo:

Abre una cuenta bancaria empresarial independiente. Usa una tarjeta de crédito o débito empresarial exclusiva. Consejo extra: usa software de contabilidad en la nube como QuickBooks, Xero o Wave para controlar tus ingresos y gastos en tiempo real. En el futuro, tú (y tu contable) te lo agradecerán.

Número 2: Subestimar el precio de los productos o servicios

Demasiados dueños de pequeñas empresas caen en la trampa de pensar que deben ser la opción "asequible". Pero ¿sabes qué? Tus precios no son solo números; son mensajes. Un precio demasiado bajo puede indicar "inexperiencia", "baja calidad" o "insostenibilidad".

Por qué es un problema:

Si tus precios no cubren tus costos (incluido tu tiempo), básicamente estás pagando a la gente para que haga negocios contigo. Eso no es generosidad, es autosabotaje financiero.

Cómo evitarlo:

¡Conoce tus números! Considera los costos de materiales, mano de obra, gastos generales y un margen de beneficio saludable. Investiga tu mercado y cobra lo que vales. La confianza también es una moneda.

Número 3: Ignorar el flujo de caja

Podrías estar contratando clientes a diestro y siniestro o vendiendo tus productos hechos a mano cada fin de semana, pero si el dinero no llega a tu cuenta a tiempo para pagar las facturas o la nómina, estás en problemas.

Por qué es un problema:

Un flujo de caja positivo es el motor de su negocio. Sin él, tendrá dificultades para invertir, pagar gastos o incluso mantenerlo a flote.

Cómo evitarlo:

Usa una previsión de flujo de caja; sí, incluso una simple hoja de cálculo funciona. Establece condiciones de pago claras (y cúmplelas). Si facturas, haz un seguimiento riguroso. No tengas miedo de cobrar recargos por pagos atrasados. No estás siendo grosero; estás siendo responsable.

Número 4: No tener un presupuesto (o ignorarlo)

Ah, sí, el clásico "lo resolveremos sobre la marcha". Alerta de spoiler: improvisar no es una estrategia financiera. Operar sin presupuesto es como conducir con los ojos cerrados: claro, puede que lo logres, pero probablemente no te guste el resultado.

Por qué es un problema:

Sin un presupuesto, es muy fácil gastar de más en cosas no esenciales y de menos en oportunidades de crecimiento.

Cómo evitarlo:

Crea un presupuesto mensual sencillo que incluya gastos fijos y variables, objetivos de ingresos y metas de ahorro. Revísalo con frecuencia y ajústalo según sea necesario. Consejo: usa tu presupuesto como un GPS: no te impedirá desviarte, pero siempre te guiará en la dirección correcta.

Número 5: Saltarse la ayuda profesional

Mira, eres muy bueno en lo que haces, ya sea hornear masa madre, arreglar plomería o diseñar páginas web. Pero a menos que trabajes como contador público o abogado fiscal, hacerlo todo tú mismo puede costar más de lo que ahorras.

Por qué es un problema:

Intentar gestionar sus finanzas usted mismo puede dar lugar a deducciones omitidas, cartas del IRS, registros inexactos o, peor aún, malas decisiones basadas en datos erróneos.

Cómo evitarlo:

Externaliza lo que desconoces. Contrata a un contable, un asesor fiscal o un contador, aunque solo sea para revisiones trimestrales. Considéralo una inversión, no un gasto. Un buen asesor no solo te cuenta los resultados, sino que te ayuda a crecer más. En Salt & Ledger, creemos en crear el mejor plan de acción que no te cueste un ojo de la cara y te brinde la tranquilidad de concentrarte en lo que más te apasiona: el corazón de tu negocio.

Conclusión:

Dirigir una pequeña empresa no es tarea fácil. Debes compaginar marketing, ventas, atención al cliente, desarrollo de productos y otras 42 funciones. Pero administrar bien tu dinero no tiene por qué ser abrumador. Con algunas medidas proactivas y las herramientas adecuadas (y quizás un asesor contable como Salt & Ledger ), puedes evitar estos errores comunes y preparar tu negocio para el éxito a largo plazo.

Así que, ya sea que estés empezando o lleves años en el negocio, toma esto como una señal para revisar tus números. Tienes sueños que hacer realidad, y merecen una base financiera sólida.

Autor: Lili

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